viernes, 1 de noviembre de 2013

Se presentó el Manual de Monitoreo en lugares de encierro

Por Federico Artigau

La presentación estuvo a cargo de la Comisión Provincial por la Memoria y se desarrolló el 29 de octubre en el Pasaje Dardo Rocha, siendo los oradores Hugo Omar Cañón, copresidente de dicha comisión, Abel Córdoba, fiscal titular de la PROCUVIN  (Procuraduría contra la Violencia Institucional de la Procuración General de la Nación), Roberto Félix Cipriano, miembro de la PROCUVIN y ex director general de Promoción y Protección de Derechos de la CPM y Alcira Daroqui, directora de carrera de Sociología de la UBA y coordinadora del GESPYDH (Grupo de Estudios del Sistema Penal y Derechos Humanos del Gino Germani de la UBA).  Alicia Romero, Directora del Programa Inspecciones, moderó dicha presentación.




El Manual de monitoreo fue creado por el Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria que interviene en los casos abuso policial, violencia institucional y, sobre todo, la violación masiva de derechos en prisiones de la provincia de Buenos Aires.


El manual sintetiza la experiencia de casi 10 años de monitoreo en lugares de encierro desde la palabra del detenido hasta la verdad de lo que pasa en estos lugares, tratando de comprender el padecimiento de las personas detenidas. El manual concentra más de 900 inspecciones a lugares de encierro y más de 17.000 entrevistas a detenidos. El informe es un trabajo pensado desde la perspectiva del detenido.

-¿Qué es el manual de monitoreo?

-Este manual de monitoreo es el resultado de un riguroso trabajo de campo llevado a cabo por el Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria. Su presencia regular y sistemática en los lugares de encierro, la permanencia durante muchas horas, las entrevistas personalizadas, los registros y el procesamiento de datos dan cuenta de un trabajo colectivo que permite visibilizar lo peor del sistema a la vez que incidir en las políticas públicas.

-¿Cómo se hizo el manual?

-El manual se estructuró de manera de abordar con cierto sentido cronológico las diversas etapas y acciones que constituyen la tarea de monitoreo atendiendo al por qué, al para qué y al qué de cada instancia del proceso y considerando las particularidades que reviste la inspección de los lugares de detención en función del colectivo que alojan.

-¿Qué contiene el manual?

-El manual contiene el marco normativo en el cual se desarrollan estas inspecciones y herramientas metodológicas y observaciones para cada etapa: preparación, condiciones de acceso e ingreso a los lugares de detención y recorrido por los distintos espacios intramuros.

-¿Qué se hace con los resultados de las inspecciones?

-Se presentan las acciones posteriores a la inspección en lo relativo al litigio individual o colectivo y a la divulgación de la información recopilada. 

-¿Cómo es el trato que reciben los detenidos?

-Hay que partir de la premisa de que en los espacios de encierro se genera, para las personas detenidas, un estado de extrema vulnerabilidad y se obstruye la posibilidad de desarrollar estrategias de contención o evasión de la violencia estatal. Ésta es desplegada tomando la forma de las prácticas más aberrantes, que van desde la tortura directa hasta el abandono en las condiciones de sobrevida más indignas. Esta situación es agravada en todo su desarrollo por cuanto la palabra de las personas detenidas es silenciada o desestimada, despojándola de todo valor.

-¿En qué se basaron para hacer el manual?

-La palabra de las personas detenidas es la fuente fundamental de lo que sucede en el encierro. Por ello debe ser escuchada y valorada en toda su dimensión. El/la entrevistador/a debe predisponerse física, emocional y racionalmente para sentir, percibir, experimentar, aprehender mínimamente las condiciones que padecen las personas privadas de libertad. La información obtenida por otras fuentes como, por ejemplo, el personal institucional, es utilizada para ampliar el conocimiento de las condiciones de detención, pero no forma parte de los objetivos realizar ningún tipo de síntesis entre las distintas versiones que éstas puedan aportar sobre un mismo hecho antes relatado por la persona detenida.

-¿De qué manera se realizan las inspecciones?

-Las inspecciones no deben anunciarse con anticipación sino que deben ser sorpresivas a efectos de impedir alteraciones en las condiciones en que se encuentran las personas detenidas El ingreso a cualquier lugar de encierro debe hacerse en forma rápida para evitar que se modifiquen las condiciones de detención y/o trasladen a detenidos/as golpeados/as o torturados/as, sorteando cualquier demora.

-¿De qué manera se entrevista a los detenidos?

-Las entrevistas con los detenidos y las detenidas deben realizarse dentro de la celda o espacio que habitan en un marco de absoluta confidencialidad y privacidad. El personal de la institución no debe presenciar ni mantener contacto visual ni auditivo directo con las personas entrevistadas.  El entrevistador debe despojarse de prejuicios. No está allí para juzgar a la persona detenida; se está allí para trabajar en pos de que no se violen sus derechos y denunciar esta situación. Siempre debe entrevistarse a todas las personas alojadas en un pabellón o sala. De esta forma se evita la posible individidualización de quien denuncia hechos de tortura u otros actos de vulneración de derechos. El lenguaje utilizado debe ser simple y claro, explicando con precisión la naturaleza de las acciones a realizar en el ámbito que corresponda y los tiempos de presentación de las mismas. No se deben prometer o asegurar cosas que no se pueden garantizar. El equipo debe comportarse, sin perder la distancia institucional, con el adecuado respeto hacia las autoridades de la institución de encierro.

-¿Después de 8 años cual es la realidad de la Unidad N° 28 de Magdalena?

-Se encuentra sobrepoblada en un 25% tomando como referencia el cupo penitenciario. Es un porcentaje mayor a los encontrados en inspecciones realizadas en años anteriores. El cupo de la unidad fijado por el Servicio Penitenciario Bonaerense es de 842 y al momento de la inspección había allí alojadas 1057 personas. Se encontraron a su vez, matafuegos vencidos, mangueras rotas, conexiones eléctricas inseguras y altamente riesgosas, puertas dobles en las celdas, carencia de protocolos para emergencias, hacinamiento extremo. Todo esto constituye un altísimo riesgo para la vida e integridad de las personas en caso de siniestro y colocan a la Unidad N° 28 en la misma situación en que se encontraba hace 8 años cuando se produjo la masacre.

-¿Cómo son los castigos que reciben los detenidos?

-Hemos constatado el encierro extremo a que se encuentran sometidas las personas, en celdas muy pequeñas y oscuras. Los detenidos llegan a permanecer en estas condiciones más de 4 meses, según lo hemos constatado. Están dentro de sus celdas las 24 horas, sin acceso a ningún espacio común, ni al patio. No pueden realizar actividades recreativas, educativas, ni laborales. El acceso a duchas también es restringido, en algunos casos les han permitido ducharse 4 veces en un mes y con agua fría. La práctica sistemática de torturas se aplica en todos los ámbitos de encierro de la provincia, no existen espacio de no tortura dentro del encierro.

-¿Cómo es el manejo por parte del Servicio Penitenciario Bonaerense?

-Violencia y maltratos psicológicos. Pero también hay violencia indirecta que avala situaciones como robos y lesiones por parte de unos sobre otros, otorgando una posición de poder a algunos internos.

-¿Cómo son las condiciones de vida de los detenidos?

-La comida provista por la unidad penal es de mala calidad, escasa variedad y poca cocción. No reciben dietas especiales aquellas personas que presentan problemas de salud. El mal estado de la alimentación genera problemas en la piel y físicos gastrointestinales como vómitos, diarrea. Durante la recorrida constatamos que el agua que emana de las canillas de celdas y pabellones es de color blanco y burbujeante.

-¿En qué condiciones estructurales se encuentran las cárceles?

-La infraestructura edilicia está muy deteriorada. Las personas detenidas se encuentran expuestas constantemente a los malos olores producto de la falta de higiene general de la unidad, los pozos de agua colapsados, las letrinas deben ser tapadas con botellas o frazadas.  Ninguna de las celdas respeta los estándares internacionales mínimos por persona de 7 metros cuadrados. Permanecen dos detenidos por celda, en situación de hacinamiento con dos camastros y, en algunos casos, con colchones muy deteriorados. Tampoco tienen garantizadas las condiciones de seguridad frente a siniestros debido a la falta de matafuegos.

-¿Cómo son los pabellones?

-El pabellón no cuenta con una red de incendio adecuada y tampoco hay matafuegos. Hay una manguera en el ingreso al pabellón. La puerta de emergencia se abre desde el exterior y comunica a un amplio espacio sin enrejar que termina en el muro. Para la apertura de cada celda hay que sortear dos puertas, una ciega que abre hacia afuera y una de rejas que abre hacia adentro. Este mecanismo no sólo es engorroso sino que además se observa que los guardias deben hacer mucho esfuerzo para abrir cada celda.

-¿Cómo es el acceso a la salud de los internos?

-Se hallaron graves casos de desatención de la salud, tanto de enfermedades crónicas como de lesiones y patologías menores. Este espacio no está correctamente acondicionado para internar personas. El frío es constante y no cuentan con ningún medio de calefacción, las ventanas no tienen cortinas y muchas carecen de vidrios, faltan mantas y sábanas adecuadas para paliar las bajas temperaturas. Los colchones presentan gran deterioro. Las salas de internación están ubicadas al final del pasillo alejadas de la persona encargada del pabellón, esto genera que los internados queden aislados. Al solicitar atención, o en caso de una emergencia, deben esperar mucho tiempo hasta la llegada del personal penitenciario. Miembros de este Comité debimos esperar alrededor de 20 minutos para egresar de la sala durante la inspección.

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