viernes, 22 de noviembre de 2013

Arte por la inclusión

Por Gisele Ferreyra

Presos de unidades penitenciarias de Campana fueron los espectadores de la representación que los actores Emilio Bonardi y Guillermo Aragones hicieron de cuentos del escritor Roberto Fontanarrosa.

                           

El pasado viernes 25 de octubre los actores Emilio Bonardi y Guillermo Aragones, interpretaron textos de Roberto Fontanarrosa en cárceles de la localidad de Campana, provincia de Buenos Aires. Lo hicieron por la mañana en la Unidad Penitenciaria N° 21 y durante las últimas horas de la tarde en la Unidad Penitenciaria N° 41.


Se trata de una iniciativa del Consejo Provincial del Teatro Independiente que busca garantizar a los presos el acceso a la cultura. En esta oportunidad más de 135 internos asistieron a las funciones que duraron 50 minutos cada una.

Entre risas y aplausos los presos y el personal penitenciario agradecieron a los actores y al Consejo Provincial del Teatro Independiente por las funciones presentadas.

Dentro del público estaban los  internos que forman parte del grupo de teatro de la cárcel de Campana: “Partes de la sociedad”, que funciona desde 2003 y fue creado por Cynthia Evers, docente y directora teatral. Se trata de una actividad en la que se busca que las personas privadas de la libertad puedan canalizar sus sensaciones y sentimientos. Se propone hacer del arte un vehículo de inclusión social. Este elenco tuvo la posibilidad de presentar sus obras extramuros en salas teatrales de la Provincia de Buenos Aires y llevarse a sus celdas el cálido aplauso del público como reconocimiento y aceptación.  Para Evers “la aceptación del público es un incentivo muy grande para los integrantes y un estímulo para seguir un camino distinto.”


Arte en las cárceles

Estos proyectos de estimulación e inclusión cultural cuenta con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires que por declaraciones de su titular, Guido Carlotto: “Con el teatro independiente se busca profundizar la transformación que se lleva adelante en el servicio penitenciario”; y por la Secretaria de Cultura de la Nación que a su vez, promueve el programa “Arte en la cárceles” cuyo objetivo principal es generar acciones conjuntas para la difusión de la cultura y la inclusión social en el ámbito de las Unidades Penitenciarias Federales.

El Programa “Arte en las Cárceles” se lleva adelante junto con la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal, dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación y se desarrolla desde el año 2004 en distintas unidades penitenciarias del país donde se organizan talleres de coro, guitarra y percusión.

En el mismo sentido se desarrolla el programa “Centro de Actividades Juveniles” del Ministerio de Educación que busca insertar a los chicos que están fuera del colegio y a las personas privadas de la libertad mediante tareas culturales.

Mara Sosa formó parte de este programa dando clases de tango y folclore en la cárcel de Ezeiza y señala: “El trabajo militante estaba ahí. Yo me sentía a gusto porque era mi deber hacerlo.” Agregó: “Soy consciente que hay que llevar lo que ellos nunca tuvieron la oportunidad de conocer. ¿Cómo saber si te gusta, si sos un genio con la guitarra o el baile si nunca tuviste acceso? ¿Si tus viejos más que ocupados en tus intereses culturales estuvieron ocupados por darte de morfar a la noche?”

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