viernes, 25 de octubre de 2013

Ayudando a crecer

Por Federico Pujol

Susana “Pocha” Camiña fundó el Centro Integrador “Por un futuro mejor” en 82 entre 21 y 22. Lo pensó para que su hijo se sienta contenido y acompañado al salir en libertad. Nunca imaginó que iba a ayudar a otras  personas que estuvieron en la misma situación  y muchas más que día a día asisten al centro.



La casa de "Pocha" y el Centro Integrador por un Futuro Mejor son una misma cosa, están apenas divididos por una abertura sin puerta. Desnivelada del resto de la casa, está la sala de estudio con sus paredes pintadas de color rosa. En esas paredes cuelgan mapas, cuadros y la biblioteca del centro que fue inaugurado el 25 de mayo de 2005.


Entre el año 2000 hasta el 2005 en este lugar funcionó un comedor que albergaba a chicos del barrio y de institutos de menores con buena conducta.

-Cortamos calles, pedimos planes y mercadería, recuerda Pocha.

En otro sector de la casa estaba el depósito del Movimiento Octubre repleto de fideos que después repartía a otros comedores.

Pero Pocha no quiso poner un cartel que diga “copa de leche” o “comedor”. Le recordaba a la política de Menem y de Duhalde, esa época en la que sufrió tanto. Entonces pensó en crear una fundación.

-Para armarla nos pidieron 12.000 pesos como base y era imposible conseguirlos.

A partir del 25 de mayo de ese año inauguró el lugar bajo el nombre de “Centro Integrador por un Futuro Mejor”. El centro es un rectángulo anexado a la casa de Pocha, las paredes sin revocar son de color rosa. Se puede ver y sentir a la humedad ingresando a la vivienda.

El suelo de este sector es simplemente un cemento frio y húmedo. En el medio de esta habitación hay una mesa de unos dos metros de largo con bancos y sillas. Por detrás, un pizarrón, una biblioteca popular repleta de libros y cuatro computadoras.

-Esta biblioteca es toda nueva, la anterior era viejita  y la regale toda.



Éste es el punto de encuentro de todas las personas que concurren a recibir apoyo para terminar sus estudios secundarios. Las clases de apoyo se dictan los miércoles y viernes a la mañana y a la tarde. Aproximadamente 36 personas por turno son las que asisten al centro. Dos docentes se encargan de cada banda horaria. Entre ellas se encuentran las mujeres del Plan Ellas Hacen y el Plan Fines Formal.

Todos los días del niño se realiza una fiesta abierta con actividades recreativas y sorpresas.

Los lunes se realiza un taller de radio para niños y los sábados uno de títeres. A partir del miércoles 23 de octubre comenzó un taller de periodismo.

El patio está controlado por Nerón, el Pitbull de Pocha.

-Hace no mucho, uno metió la mano para abrir la puerta y casi se la arranca.

La casa por dentro está custodiada por un cachorrito no mucho más grande que un mate. Afuera, vigilan la entrada dos perros callejeros a los que Pocha adoptó. "Una vez metí al negrito adentro y Nerón casi lo mata entonces lo tuve dejar en la puerta", dice.

El centro sobrevive gracias a la autogestión y las donaciones que recibe. Los gastos son muchos y se acumulan, siempre se está a la espera de una donación que los ayude a pasar un día más.

-Todo esto lo pensé para que cuando mi hijo salga de la cárcel. Para que no se sienta solo, esté contenido y tenga algo para hacer, pero llegaron muchos antes que él.


No hay comentarios:

Publicar un comentario